Se le atribuyen virtudes diuréticas, antiinflamatorias, analgésicas, antirreumáticas, antipiréticas, astringentes, venotónicas y cicatrizantes.
Para rebajar la inflamación de las articulaciones y como remedio analgésico, en artritis reumatoides y procesos artrósicos, las hojas de fresno se han revelado como un apoyo de primer orden, aplicadas por vía tópica en compresas o bien en cremas y pomadas.
El fresno se indica, asimismo, por su notable acción diurética y depurativa, cuando se requiere aumentar el flujo de orina, para facilitar la eliminación de los excesos de urea y las arenillas en el riñón.